
Aligerando el peso de los años invisibles
Por: Marcelo Paz Soldán
Los años invisibles, la nueva novela de Rodrigo Hasbún (Random House Mondadori, 2019), gira en torno a un grupo de adolescentes de último año de secundaria que viven una serie de eventos en sus vidas que los van a marcar por siempre, a ellos y a su entorno. Hay varios personajes y voces alrededor de la misma, muy coral, con algunas historias que destacan sobre otras que son más marginales. Son relatos y personajes a los que nuevamente recurre Rodrigo y que pueden encontrarse en algunos de sus otros libros.
Cuando leemos una novela sabemos que es ficción, es decir, que no necesariamente ha sucedido como nos la están contando. En Los años invisibles, Julián, ha escrito una novela basada en lo que le ha pasado en su adolescencia. Uno de los personajes en los que basa su libro es Andrea quien, veintiún años después, lo busca en Houston, donde él vive, para rememorar lo que realmente ha acontecido y sin que le importe la ficcionalización de los hechos. Quiere dejar en claro lo que realmente sintió y vivió después de los trágicos acontecimientos que dieron lugar a que Julián escriba su novela, eventos que se irán develando poco a poco para el lector.
Hasbún ha escrito una gran novela, con personajes e historias que deambulan dentro de ella y que no siempre salen bien librados de la misma, como el caso de Ladislao quien se enamora de su profesora de inglés y es, a su vez, el director de un corto de la banda de música de sus amigos. Una novela redonda y entretenida de principio a fin.
‘Tú y el que llamas Ladislao, tan buenos chicos los dos. Tan maduros y seriecitos, tan unidos. Pero yo usaría tu nombre directamente, tu nombre para que quede claro. Además no tienes cara de Julián’.
Fuente: Editorial Nuevo Milenio